
Con el 75,1 % de la población colombiana conectada, 39,51 millones de usuarios de Internet y 36,7 millones activos en redes sociales, Colombia avanza hacia una ciudadanía plenamente integrada en el entorno digital. Este panorama refleja un contexto ideal para repensar el modelo educativo y adoptar nuevas herramientas tecnológicas en la formación superior.
En este marco, la Universidad Nebrija institución española con sedes en Bogotá y Medellín ha puesto en marcha una estrategia innovadora orientada a la implementación ética y transversal de la inteligencia artificial (IA). Para ello, creó una Comisión de Inteligencia Artificial compuesta por docentes, investigadores y personal de gestión académica, con el objetivo de aplicar la IA en los procesos de docencia, investigación y administración, involucrando activamente a toda la comunidad educativa.
La promesa de una educación personalizada, flexible y apoyada por tecnologías inteligentes ya no pertenece al futuro lejano. En un país como Colombia, con 77 millones de conexiones móviles activas (una penetración del 147,5 %), la inteligencia artificial se perfila como el próximo gran motor de transformación en el ámbito educativo.
Desde la Universidad Nebrija, esta transformación ya está en marcha. “Estamos avanzando hacia un modelo de inteligencia híbrida, donde la IA y los humanos coexisten en el aula”, afirma Lorena Delgado Reverón, directora de Educación Digital. En este nuevo modelo, el rol del docente evoluciona: “El profesor no desaparece, se convierte en mentor, guía y facilitador de experiencias de aprendizaje más personalizadas”.
Lejos de tratarse de un cambio superficial, se trata de una transformación estructural. “Separar la IA del día a día no es realista. Está transformando nuestros procesos, desde cómo enseñamos hasta cómo investigamos y administramos”, agrega Delgado.
Colombia, con una urbanización del 82,5 % y un creciente interés por los modelos educativos en línea, representa un entorno ideal para consolidar estos cambios. “La educación debe adaptarse a los hábitos de consumo digital de las nuevas generaciones”, señala Cristina Villalonga Gómez, Vicerrectora de Educación Digital y Tecnología de la Universidad Nebrija. “Las herramientas síncronas, asincrónicas y los entornos virtuales ya no son un complemento, sino el nuevo estándar”.
Este contexto representa una oportunidad para redefinir la universidad: menos homogénea, más centrada en el estudiante y profundamente conectada con las tecnologías emergentes.
“La inteligencia artificial no sustituye, potencia”, concluye Villalonga. “Nos dirigimos hacia una educación donde cada estudiante podrá trazar su propio camino de aprendizaje, apoyado por la tecnología y acompañado por personas que entienden su ritmo y su contexto”.