Carried Away

El género de construcción y gestión de recursos en los videojuegos ha ido adquiriendo fuerza a través del tiempo, exponentes como Simcity se han hecho un lugar en la industria del entretenimiento electrónico y han dado paso a la aparición de un interesante nicho de juego con cientos de seguidores, entre los subgéneros de este tipo de títulos está el de construcción de puentes, donde el jugador debe sortear terrenos irregulares y construir una ruta que sea viable, algo así como un simulador sencillo de estructuras.

Carried Away es un juego de este género, en el cual debemos edificar un sitio para esquiar, con telesquí, puentes, saltos y todos los demás elementos de una estación de esquí. La idea es diseñar las torres elevadas del teleférico en una pantalla bidimensional, con una selección limitada de materiales: desde troncos y tablones hasta soportes y ruedas; luego arrastrar los cables sobre las ruedas hasta la parte superior de la colina y ponerlo a correr para ver si funciona. Adicionalmente, se deben diseñar puentes y saltos para completar la experiencia de los esquiadores al descender de la montaña.

Cuando se hacen las pruebas, la pantalla cambia a una vista en tres dimensiones, en la cual podemos acercar, alejar y hacer giros alrededor de las estructuras para ver cómo funciona nuestra creación, y he aquí la verdadera dificultad del juego: las físicas. Estas determinan si nuestras construcciones son viables o no, tenemos la posibilidad de echar el sitio a andar y ver como los valientes esquiadores y ciclistas de montaña ponen a prueba todo lo construido, con desenlaces exitosos o fatales (los pequeños muñecos en la pantalla terminan mutilados por los errores de diseño).

Es probable que la mayoría de las estructuras sean un desastre, especialmente cuando son muy ambiciosas. Para facilitarnos la tarea el juego nos muestra la tolerancia de cada elemento construido, estos cambian de color durante la animación de acuerdo con la cantidad de esfuerzo que están recibiendo (verde, amarillo y rojo) y de esa forma podemos identificar las fortalezas y debilidades de nuestro diseño para hacer modificaciones. Una vez se logra construir un nivel “seguro” accedemos a una tabla de clasificación donde se hace una relación entre la cantidad de dinero utilizada y la estructura obtenida, algo así como una auditoria de eficiencia.

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El juego ofrece muchas horas de entretenimiento, tiene una campaña de más de 50 niveles, así como montañas generadas de forma procedimental, lo cual promete una gran variedad de opciones y retos de construcción que hacen la oferta bastante atractiva. Adicionalmente, tiene un modo sandbox que nos permite la creación de escenarios propios para desafiar a la comunidad en línea.

Como una adición interesante está que en algunos niveles podremos controlar los esquiadores, con funciones como agacharse o ponerse de pie antes de un salto, incluso se pueden hacer backflips. Esta posibilidad resulta una buena compensación para no cambiar de juego cuando nuestras obras están fracasando repetidamente y se tornan frustrantes.

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El juego está disponible en Windows, Mac y Linux a través de Steam, desde el 4 de octubre del 2017; eso si, desde el primer trimestre del año hubo diferentes condiciones de acceso al alfa y las betas del mismo, por lo cual es posible que los interesados ya hayan podido probarlo. A este respecto, es interesante señalar el buen trabajo que hicieron los desarrolladores con las opciones ofrecidas por Steam, se incluyeron logros, tablas de clasificación y editor de niveles.

En conclusión, Carried Away es una buena opción para los amantes del género de la construcción de puentes, con una propuesta sólida y opciones divertidas; un título fácil de aprender, pero muy difícil de dominar. No obstante, si nunca has sido un amante de este tipo de juegos, es probable que pueda resultar una entrega algo frustrante y termines dejándolo a un lado cuando la dificultad se eleve significativamente.