Escrito por Alexander Leal el
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Violencia extrema, puños, sangre y sesos esparcidos en el piso, eso es lo que nos trae Mother Russia Bleeds, un juego que rescata los viejos ‘Beat’Em Up’, de los 80 y 90, que tanta falta hacen en la oferta actual de la plataforma Steam. Del estudio francés ‘Le Cartel’, y publicado por ‘Devolver Digital’, MRB se encuentra en Steam desde el pasado 5 de septiembre.

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De vuelta a los orígenes de un género

En pleno aburrimiento por la prolongación constante de los mismos títulos, año tras año, en manos de los grandes estudios del AAA, surgen pequeños oasis para refrescar nuestros PCS: los estudios indies. Ellos nos recuerdan que hay un halo de esperanza, una luz al final del túnel con títulos frescos, con propuestas decentes, que merecen toda la atención del público gamer.

MRB es un Beat’Em Up que rescata las bases de aquellos juegos que tanto nos apasionaron de niños. Quien no recuerda clásicos como Double Dragon, Final Fight, o Street of Rage, entre otros. Pues Mother Russia Bleeds es la perfecta encarnación de aquellos títulos, pero con una inyección más alta de violencia.

Midnight City intento revivir el género con Double Dragon Neon, pero el juego no resulto tan bueno, ni tan popular como cabría esperar.

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La historia

Esta historia de ficción se desarrolla en un universo alterno, en Rusia, cuando aún existía la URSS; más exactamente en marzo de 1986, un mes antes del accidente de Chernóbil (aunque este suceso no tiene influencia en el juego). En plena decadencia del régimen comunista, los habitantes tienen que hacer lo que sea para sobrevivir. Allí aparecen nuestros héroes, 4 luchadores que se ganan la vida en peleas clandestinas.

Pero algo oscuro y tétrico se prepara en lo profundo de la ciudad. En una de esas peleas, aparece la fuerza represiva de la policía, y se llevan a nuestros héroes a un calabozo especial. Allí, son víctimas de cruentos experimentos, con una droga alucinógena llamada ‘Nekro’. Dicha droga es desarrollada por la ‘Bratva’ (la mafia rusa), con la complicidad del mismísimo régimen político que controla el país.

El juego inicia en un laboratorio clandestino, un mes después de su rapto. Nuestros héroes despiertan, sufriendo extrañas alucinaciones, y adictos por completo al Nekro. Para escapar hacen lo que mejor saben hacer: dar puños y patadas. Así, poco a poco iremos avanzando en el juego, rompiendo cráneos, metiendo Nekro, y desenmarañando la red criminal que produce y distribuye la droga, que en poco tiempo se toma las calles de la ciudad.

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El arte

Si de retomar las raíces del genero se trata, los señores de El Cartel lo han hecho por completo: ‘Pixel Art’ puro y duro, pero bien hecho. Tal vez porque un cerebro destruido y esparcido en el piso se ve menos dramático si se divide en pixeles sin tanta definición.

La paleta de colores es algo desaturada, con tonalidades similares a esos filtros vintage, inspirados en los 80. Las animaciones son igualmente similares a las de antiguos juegos, con un poco más de fluidez.

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Jugabilidad

Aquí comienza lo serio, y es que el juego no es sencillo. Tiene grados de dificultad, pero incluso en ‘Normal’ la cosa no es tan fácil como parece. Por un lado por las oleadas de enemigos, y por otro lado por el problema que siempre han tenido todos los Beat’Em Up en 2D: las cajas de colisión.

Dado que el espacio de juego es una calle en perspectiva, donde el personaje puede movilizarse hacia abajo, arriba y a los lados, esto hace que no se pueda calcular con exactitud el momento de propinar golpes a un enemigo. El resultado es que puede ser nuestro personaje quien sufra las consecuencias de un golpe mal calculado.

Cada personaje cuenta con una barra de vida, que evidentemente, disminuirá tras cada golpe. Para recuperar salud es necesario: ‘chutarse’ Nekro. La Bratva hizo tan adictos a nuestros héroes, que no les queda de otra más que inyectarse para sobrevivir. Y si se acaba la dosis personal, ¿de dónde sacaran para continuar? Pues de los cuerpos muertos de algunos enemigos. Al vencerlos, uno que otro quedará convulsionando en el piso, hasta ser drenado por nuestros personajes, para tener Nekro de repuesto.

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Por lo demás, todo como antaño: botón de puño, de patada, agarrar o lanzar, saltar y ya está. Se pueden ejecutar algunos combos que darán mayor puntaje al pasar un nivel. También se puede usar objetos como sillas, extintores, cuchillos, jeringas, bates, barras de metal, y de vez en cuando una pistola o rifle.

Los escenarios de cada nivel hacen parte de la narrativa del juego, de modo que hay un avance en la historia. Las conversaciones se dan a través de cajas de texto.

El juego guarda el avance automáticamente tras pasar un nivel, de modo que si el jugador se sale a la mitad, tendrá que comenzar desde el principio una vez retome la partida. Durante el juego si existen ‘checkpoints’, en caso de que el personaje muera.

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Al final de cada nivel enfrentaremos un Jefe, que además de poner la situación aún más difícil, da pistas o fragmentos de la historia. Las visiones de nuestros héroes, de una extraña criatura en formación, también son una pista de lo que el juego tiene preparado para el final.

Se puede jugar en solitario, o con hasta cuatro jugadores en modo cooperativo, tanto jugadores reales, como controlados por la IA del juego. Dependiendo del número de jugadores, el juego ajusta la dificultad, para mantenerse balanceado. Sin embargo, cuatro jugadores, más enemigos, saturan la pantalla y hacen las cosas más complejas, aunque más divertidas. Eso sí, hay que asegurarse de desactivar el fuego amigo, para no golpear o ser golpeado por nuestros propios compañeros.

Conclusiones

Un gran juego. Vale la pena tenerlo entre los mejores de Steam. Horas de diversión aseguradas, y la posibilidad de contar con un título fresco, que revive un género de los mejores, otrora olvidado.

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