La pandemia marcó un antes y un después en numerosas industrias, pero mientras algunas florecían, otras sufrían transformaciones irreversibles. En este contexto, la industria de los videojuegos emergió como un refugio para muchos que enfrentaban el aislamiento y el tedio provocados por el confinamiento. Paradójicamente, el evento más destacado de este universo, el Electronic Entertainment Expo, conocido como “E3”, se despide para siempre después de 28 años desde su inicio en 1995.
A lo largo de su trayectoria, el E3 albergó un total de 25 eventos presenciales, con 22 de ellos celebrados en el centro de convenciones de Los Ángeles, California, dos en Atlanta y uno de menor escala en el aeropuerto de Santa Mónica. El último capítulo de esta historia emblemática tuvo lugar de manera digital en el 2022, marcando el inicio de su melancólica decadencia. A pesar de sus esfuerzos en los últimos años, los intentos por mantener su relevancia no fructificaron.
Este evento se erigió como el epicentro indiscutible de la industria, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva donde anuncios trascendentales y las últimas innovaciones de los principales desarrolladores y empresas tecnológicas veían la luz. Durante estas grandiosas reuniones, las tres consolas líderes exhibían su potencial de manera única, consolidando al E3 como la cita más esperada del año.
Mas allá de los impactantes anuncios que caracterizaban al evento, los pasillos del centro de convenciones se convertían en escenarios donde coincidir con destacadas personalidades de la industria, entre las que se incluían nombres como Warren Spector, Miyamoto, Peter Moore, John Romero, Ian Livingston y otros líderes influyentes, con los que tuvimos la fortuna de compartir unos preciosos minutos con estas figuras, enriqueciendo aún más nuestra experiencia en el E3.
Desafortunadamente los organizadores del E3, no estaban preparados para afrontar los desafíos de la pandemia. Aunque sus aliados actuaron rápidamente organizando eventos virtuales para mantener a la audiencia comprometida, el gran evento esperó pacientemente a que la situación mejorara. Sin embargo, durante este tiempo de inactividad, la industria experimentó un cambio fundamental que los organizadores no anticiparon: los grandes publishers demostraron que podían organizar eventos en línea con éxito y de manera más económica.
Cuando el E3 regresó, muchas marcas ya no estaban dispuestas a participar, lo que resultó en la pérdida de su liderazgo. Este episodio es un recordatorio elocuente de la rapidez con la que evoluciona la industria del entretenimiento, con la lección de que mientras algunos descansan, otros se reinventan.
La noticia oficial del fin del E3 llegó a través de un trino del Entertainment Software Association (ESA), la organización detrás del evento. El comunicado señaló: “Después de más de dos décadas de servir como escaparate central de la industria de los videojuegos, la ESA ha decidido poner fin al E3”. La ESA reafirmó su compromiso con sus empresas miembros y la fuerza laboral de la industria, destacando su impacto cultural y económico positivo.
Desde Gamers-on, la despedida del E3 deja un vacío y una añoranza por las reuniones anuales que mantuvieron con la industria durante 12 años consecutivos, 8 de ellos como media partner, siendo el único medio latinoamericano aceptado como parte de la prensa aliada del evento. Este reconocimiento fue un orgullo evidente, al ver nuestro logo destacar en los pasillos del evento más relevante de la industria de los videojuegos.
Detrás del E3, se encuentra la Entertainment Software Association ESA, la asociación comercial de la industria de los videojuegos en Estados Unidos. Fundada en abril de 1994 y renombrada en julio de 2003, la ESA tiene su sede en Washington, D.C. La mayoría de los principales editores en el mundo de los videojuegos son miembros de la ESA, y su política se basa en la colaboración de las empresas miembros en tres Grupos de Trabajo: “Grupo de Trabajo de Propiedad Intelectual”, “Comité de Política Pública” y “Grupo de Trabajo de Relaciones Públicas”. La desaparición del E3 marca el fin de una era, recordándonos que el mundo está continuo cambio, incluso en la industria del entretenimiento.
Ahora, este icónico evento se sumerge en la nostalgia, dejando un legado imborrable en la historia de la industria de los videojuegos.