Escrito por el
Por: Carolina Medrano
La tecnología ha cambiado las actividades tradicionales en los hogares, debido al impacto de esta, sobre las competencias, intereses y modos de interactuar con otros. En casa los padres de familia se asombran por el interés que sus hijos le dan a los aparatos tecnológicos. Entre los juguetes que cada día son más solicitados están las tablets, celulares, computadores entre otros, todos con el común denominador de “tecnología”. Adiós a los carros de madera, muñecas estáticas, juegos de mesa de cartón.
Décadas atrás, estos juguetes congregaban a los niños y les exigía recrear historias fantásticas en donde el carro, por la misma imaginación, podía producir sonidos, volar y hasta saltar entre las piedras más altas. Las muñecas aun cuando fuesen hechas de telas, se bañaban en piscina sin agua, eran capaces de comer e ir al baño, todo esto a la luz de la fantasía e imaginación de los niños y niñas. Los superhéroes usaban las servilletas como capas, recortadas por los niños.
Sin embargo, todo lo anterior ha sido reemplazado por juguetes y aparatos tecnológicos que, en principio, son de uso complejo para un adulto. Los más pequeños tienen hoy el dominio sobre estos aparatos. No es extraño escuchar en el adulto frases como “-Hijo pero… cómo se usa esto. -Es sencillo papá”.
Al revisar las estadísticas de los usuarios en la internet, explorando Facebook, Orduz afirma que: “los usuarios de edades entre los 13 y 25 años representan 46.4% del total de usuarios (todas las edades) en los Estados Unidos… los usuarios con edades entre 13 y 17 años representan el 23 por ciento, mientras que los que están entre 18 y 24 años ocupan el 33 por ciento, del total de los 16,3 millones de usuarios en Colombia.” Cifras que confirma que los mayores exploradores de la red, son jóvenes y niños que hacen parte de los llamados “Nativos Digitales”.
A esta generación se le conoce con el nombre de “Nativos Digitales”. Según Skiba y Barton (2006) “empezó a nacer en 1980; incluye: competencias digitales, aprendizaje experiencial y activo; interactividad y colaboración; inmediatez y conectividad…”
El primero en llamarlos así fue Marc Prensky, y se refirió a ellos como las personas que crecieron con la Red. Adicionalmente, reseñó a los ‘inmigrantes digitales’ como aquellos que llegaron posteriormente a las TIC.
Es decir, que el nativo digital nació en un contexto de redes tecnológicas que favorecieron sus competencias; los primeros nativos digitales en un entorno educativo social, aprendieron a manipular los computadores a usar los aplicativos y otras herramientas tecnológicas, de los inmigrantes digitales.
A continuación, se presenta un decálogo con las características principales de un nativo digital:
- Nacieron después de los años 80.
- Para las actividades como: educación, trabajo, entretenimiento, interviene la tecnología.
- Requiere información multimedia de imágenes, audios y videos.
- Prefiere comunicarse con otros a través de aplicativos, que le permitan obtener respuestas instantáneas.
- Además de consultar información en la red, crea contenidos para divulgar a otros.
- Hace uso de equipos informáticos como: computadores, videoconsolas, teléfonos móviles, entre otros.
- Explora con facilidad, nuevos aplicativos para crear contenidos.
- Su herramienta principal, además de los equipos tecnológicos, es internet.
- Utiliza el acceso hipertextual en lugar del lineal.
- Realiza varias actividades al mismo tiempo: son multitarea, y pretenden abordar la mayor cantidad de información, en el menor tiempo posible.
De acuerdo con García, F., Portillo, J., Romo, J. y Benito, M. (2007):
“Los Nativos Digitales construyen, desde que nacen, sus conceptos de espacio, tiempo, identidad y memoria a partir, precisamente, de la conciencia digital y de un entorno altamente tecnificado que los rodea. Adquieren distintivas lógicas de lectura y relacionamiento. Esa vinculación tecnológica configura sus nociones sobre lo que es la comunicación, el conocimiento, el estudio-aprendizaje e, incluso, sus valores personales.”
Debido a sus nuevos intereses, su estructura de indagación para: conocer, comunicar y aprender, están mediadas por la tecnología. Las estructuras de aprendizaje requieren ser repensadas, por ahora, por un equipo de profesionales mixto, conformado por nativos e inmigrantes digitales.
En el contexto educativo, el reto es grande para los inmigrantes digitales, pues las actividades deben ir más allá de la indagación de contenidos, debido a que en la red se encuentra un sin número de información a cada instante.
El nativo digital, en ocasiones, es juzgado por su dependencia de la tecnología, debido a que sus relaciones con otros, las realiza mediante comunicaciones mediadas por internet. Solo está atento al “bit” de quien pueda responder o enviar alguna imagen o mensaje de voz.
Antes del uso masivo del celular, la ubicación de las personas era desconocida, y lo que estaban pensando era un misterio. Solo podía crear un lazo de amistad si, físicamente, se acercaba a otro y establecía una comunicación.
Ahora, el nativo digital mediante aplicativos tecnológicos, se puede ubicar en el mapa indicando coordenadas precisas, e incluso de inmediato, enviar una fotografía del lugar donde se encuentra ubicado. Es más: las relaciones sociales ya no requieren afectos físicos; con imágenes e iconos se establecen comunicaciones activas, entre pares o una colectividad.
¿Puede recordar cuando debía entregar hojas de vida puerta a puerta, y chequear el periódico físico, para identificar las vacantes disponibles? El nativo digital no necesita salir de casa para encontrar trabajo. Ahora solo ingresa a la web, rastrea las vacantes abiertas y se postula.
20 años atrás, los juegos de Atari y las consolas tipo Arcade, reunían a los amigos de barrio para jugar; quizás unos eran los que invertían y jugaban y otros eran espectadores. Ahora no hay espectadores, todos pueden participar. Cuando se menciona todos, se incluye los nativos digitales de los demás continentes. Los videojuegos de la red han traspasado las fronteras, y ni el idioma es un impedimento.
La comunicación entre los nativos digitales no tiene tiempo ni espera. Antes era necesario llegar a casa leer las notas de los mensajes de las personas que llamaron o quizás escuchar la grabadora. Si no se contaba con teléfono fijo, era necesario acercarse a la puerta de su amigo o enviar una nota en papel. Ahora, el WhatsApp, Skype, los chat y SMS entre otros, han agilizado las comunicaciones, “nadie está expuesto a perderse en el mapa”; es sencillo localizar a través de una llamada o un mensaje de texto, a otro. Es más: el nativo digital ahora evita el mensaje de voz y el texto; es común ver mensajes con códigos gráficos.
El inmigrante digital necesitó de cursos para aprender a usar aplicativas, incluso herramientas de office. El nativo digital puede descargar aplicativos con facilidad y sin costo, y usarlos en sus tareas diarias, tras un corto periodo de exploración. Además, puede crear contenidos digitales para compartirlos con sus compañeros de red. Estos pueden incluir imágenes, textos, videos y música.
Las herramientas tecnológicas hacen parte del contexto nativo de quienes nacieron después de los años 80. En la medida en que hay modificaciones por los expertos, para la generación siguiente no son desconocidas, dado que los creadores, mediante el uso de encuestas digitales y otros instrumentos de recolección de información, tienen la capacidad de escuchar la demanda de quienes solicitan los cambios.
Los nativos digitales irán evolucionando en cada generación, así como los aplicativos y las herramientas tecnológicas que utilizan. El desarrollo de aprendizaje de estas nuevas generaciones, y su facilidad de adquirir competencias, les permitirá actuar, pensar y comunicar, así como manipular nuevas herramientas tecnológicas.
*Carolina Medrano es Licenciada en Pedagogía Infantil y Magister en Educación de la Universidad de la Sabana. Se desempeña como asesora y coordinadora pedagógica de proyectos que buscan integrar el uso de las TIC en el aula.
